El 7 de noviembre de 2021 será una fecha histórica para los nicaragüenses, Daniel Ortega retendrá la presidencia del país centroamericano, será presidente por quinta vez, siendo el actual el cuarto periodo de forma consecutiva.
Daniel Ortega se encargó de detener y procesar de forma arbitraria a 39 críticos de su gobierno, a la mayoría se le acusó de “traición a la patria”, en los detenidos se incluyó a 7 candidatos presidenciales, el “gallo ennavajado” se encargó de limpiar el camino para su victoria.
Este ejercicio electoral se desarrolló sin observación internacional, el régimen de Ortega no permitió que entidades y periodistas internacionales ingresen al país para ejercer su función, esto sin importar los tratados internacionales a los que Nicaragua está suscrito.
Su compañera de fórmula es Rosario Murillo, popularmente conocida como La Chayo, su esposa, obviamente Primera Dama y Vicepresidenta de Nicaragua, mantiene su posición desde 2017, cuando llegó a reemplazar a Omar Halleslevens, anteriormente fue diputada de la Asamblea Nacional por el Frente Sandinista de Liberación Nacional, este será su segundo periodo al cargo.
Activistas nicaragüenses han denunciado que los centros de votación en Nicaragua se encuentran vacíos y las calles son un desierto, hay reportes desde Masaya, Matagalpa, León, Estelí, Niquinohomo, Chinandega y Managua, los ciudadanos han dejado claro que no serán partícipes de la farsa electoral.
En México, Estados Unidos, Canadá, El Salvador, España y Costa Rica se han reportado concentraciones de nicaragüenses radicados en esos países en las que rechazan las votaciones organizadas por el régimen de Daniel Ortega.
