La compra de viviendas ha hecho que la deuda de los hogares estadounidenses aumentara en US$ 313.000 millones, o un 2,1%, en el segundo trimestre, según el Banco de la Reserva Federal de Nueva York.
Según los últimos reportes, es el mayor salto nominal desde 2007 y el mayor incremento porcentual en siete años y medio.
En total, los consumidores estadounidenses tienen una deuda de US$ 14,96 billones a finales de junio, la mayor acumulación de facturas registrada y US$ 812. 000 millones más de lo que se debía a finales de 2019, antes de la pandemia.
En cuanto a la composición de la deuda, las hipotecas constituyen la parte principal, al crecer en 230.000 millones en dicho período hasta llegar a los 10,67 billones a finales de septiembre.
Las hipotecas siguen pesando en la deuda de los hogares y representan casi el 70 % del total principalmente debido a la bajada de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal desde 2018 por la incertidumbre económica, marcada por la crisis del Covid-19.
En otro sentido, indica que la deuda de los hogares crecerá a medida que EE.UU. se esté recuperando de los efectos de la pandemia y que el incremento en el gasto de los consumidores se reflejará en las cifras de las tarjetas de crédito, a la vez que los prestamistas expresan “disposición” a ampliar sus productos de préstamos.
Los datos mostraron una mayor cantidad de bancarrotas, de 202.000 en el cuarto trimestre, contra 195.000 en igual periodo del 2018, incluso cuando el mercado laboral y los salarios se mantuvieron estables.
Por otro lado, los préstamos estudiantiles aumentaron entre $51.000 millones a $1,51 billones, con 9,21% vencidos en los últimos 90 días o más, mencionaron fuentes oficiales del Banco de la Reserva Federal.
Donghoon Lee , el oficial de investigación del organismo mencionó que, a medida que se terminan los programas de rescate financiero lanzados en el país durante la crisis sanitaria, se está produciendo una “inversión de las tendencias de los saldos de las tarjetas de crédito observadas durante la pandemia, a saber, la reducción del consumo y el pago de los saldos”.
También agregó: “al mismo tiempo, mientras se levantan las restricciones pandémicas y se normaliza el consumo, el uso y los saldos de las tarjetas de crédito retoman sus tendencias anteriores a la pandemia, aunque desde niveles más bajos”.