La administración de Joe Biden anunciará esta semana que ningún funcionario estadounidense asistirá a los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022, implementando un boicot diplomático de los juegos. El Concejo de Seguridad Nacional ha estado discutiendo el boicot que se llevarán a cabo y planean anunciar ciertos comentarios. Esto no impide que los atletas estadounidenses puedan asistir a los juegos, sin embargo autoridades oficiales no participarán en el evento.
Joe Biden mencionó a distintos periodistas el mes pasado que estaba planeando un boicot diplomático, después que legisladores demócratas y republicanos, incluida la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, abogarán por uno en protesta por los abusos contra los derechos humanos en China.
La última vez que Estados Unidos boicoteó por completo los Juegos Olímpicos fue en Moscú, Rusia, 1980, cuando el expresidente Jimmy Carter estaba en el cargo. La Cancillería china, Zhao Lijian, el portavoz oficial, mencionó que “quiero enfatizar que los JJ.OO. de Invierno no son un escenario para espectáculos políticos y manipulación política”. “Si EE.UU. insiste en seguir su propio camino, China definitivamente tomará contramedidas resueltas”.
Otros países como Reino Unido y Australia también estaban considerando la opción de no enviar funcionarios al evento. Por lo que China mostró su fuerte rechazo a este tipo de pasos, denunciando que buscan “politizar el deporte” y contradicen “el espíritu olímpico”.
La relación que tiene China con Estados Unidos se está tornando bastante delicada y está en vista de todos, debido a los distintos temas tales como el tratamiento de los problemas de la cadena de suministro, el cambio climático, Corea del Norte e Irán, tienen un nexo con China. Y los dos países con las economías más grandes del mundo continúan en disputas sobre comercio, agresión militar, infraestructura global, salud pública y derechos humanos.
El presidente norteamericano mantiene que las democracias pueden funcionar de manera más eficaz que las autocracias como China y ha utilizado la ley de infraestructura bipartidista para mostrar a nivel nacional cómo todos los partidos políticos en las democracias pueden trabajar en conjunto.
Xi, el presidente de la República Popular China mientras tanto, consolida en el poder después de que el Partido Comunista de China adoptó una resolución histórica que lo elevó a la estatura de sus dos predecesores más poderosos: Mao Zedong y Deng Xiaoping.