El norte centroamericano ha sido catalogado en la historia reciente como la región más mortífera del mundo, donde los homicidios han sido un factor tan elevado que la población ha desarrollado una suerte de insensibilidad hacia las víctimas de este delito.
Pero en los últimos años, el mapa de homicidios ha sufrido una serie de cambios, generados a partir de las transformaciones en los contextos políticos, económicos y sociales en los tres países que la conforman. Lo que significa que esta región que en algún momento el resto del mundo decidió encasillar como un territorio con problemas y soluciones comunes, no se puede seguir abordando de tal forma.
La siguiente gráfica nos muestra la evolución de este flagelo a lo largo de los años en los tres países de la región:
Homicidios en la región norte de centroamérica
2015-2021
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Llama la atención el caso de El Salvador, país que fue catalogado como el más violento del mundo (excluyendo a aquellos que están en guerra o experimentan un conflicto armado interno). Uno de los cambios más significativos fue la ruptura del esquema político tradicional en El Salvador. En 2019, Nayib Bukele ganaba las elecciones en dicho país y se convertía en el primer Presidente salvadoreño fuera del esquema bipartidista que dominó durante 30 años de posguerra.
Al no provenir de dicho binomio, sus políticas y estilo de gobierno, han sido totalmente distintos respecto a los gobiernos pasados; esto incluye la política de seguridad. Durante sus primeros meses de gobierno lanzó el Plan Control Territorial, una política compuesta por varias fases, cada una con ejes diferenciados y de ejecución paralela. Por ejemplo, la Fase 1 enfocada en el combate a la criminalidad y la recuperación del control de los territorios asediados por las pandillas, la Fase 2 dirigida a la prevención de la violencia y generación de oportunidades, la Fase 3 referente a la modernización de la fuerza policial y la Fase 4 que se enfoca en la incursión en los territorios más peligrosos del país.
Esto ha permitido a ese país, ver una reducción significativa sobre la cantidad de homicidios. Mientras que sus vecinos han experimentado una realidad distinta. Guatemala había comenzado a ver un descenso en sus cifras de homicidios a partir del 2013, pero en 2021 registró un aumento de 274 homicidios respecto al año anterior; esta interrupción de la tendencia a la baja enciende las alarmas y genera cuestionamientos a la política de seguridad del Presidente Giammattei.
Honduras también ha experimentado un aumento en la cifra de homicidios, 125 homicidios más en 2021 comparado con los 3,482 homicidios de 2020. Este país es el más políticamente convulsionado del norte centroamericano, con un gobierno acusado de una corrupción generalizada. Juan Orlando Hernández o JOH como lo llaman los hondureños, se mantuvo en el poder durante dos períodos presidenciales y ha provocado una especie de Narco Estado a su servicio y el de su familia. Su hermano ha sido condenado en Nueva York por narcotráfico, las evidencias presentadas en el caso dejan ver que JOH no solo tenía conocimiento de las actividades de su hermano, sino también su participación en la red de narcoactividad.
No obstante, el partido de JOH ha perdió las pasadas elecciones; los Hondureños eligieron a su primer Presidente mujer: Xiomara Castro, esposa del derrocado expresidente Manuel Zelaya. Tendrá un enorme reto: desmontar el entramado de corrupción y narco actividad dejado por JOH y aplicar una política de seguridad que pueda llevar paz a sus connacionales.
