Este miércoles, la Organización Mundial de Comercio autorizó a China a imponer aranceles a productos de Estados Unidos por un aproximado de 645 millones de dólares, esto como represalia por medidas antidumping estadounidenses.
Por lo que Estados Unidos no podrá apelar ante esta decisión, sin embargo la OMC no puede predeterminar si China toma estas acciones de forma total o parcial, a la sobretasa de algunos productos estadounidenses.
Tan rápido como se dio a conocer esta noticia, el gobierno de los Estados Unidos señaló “profundamente decepcionante” la autorización que fue dada por la OMC a China de imponer los aranceles.
Mediante un comunicado, el portavoz de la representante comercial estadounidense, Adam Hodge, dijo: “la decisión profundamente decepcionante del árbitro de la OMC refleja interpretaciones erróneas del órgano de apelaciones, que perjudican la capacidad de los miembros de la OMC de defender a nuestros trabajadores y nuestras empresas contra subsidios chinos que tergiversan los intercambios”.
Esta disputa arancelaria entre EE.UU y China, las dos mayores economías de la OMC fue iniciada por Pekín en 2012, por los aranceles estadounidenses a exportaciones chinas tales como paneles solares, tuberías, cilindros de acero, estanterías de cocina y cilindros de acero, entre otros productos.
El juez de la OMC que autorizó este dictamen también rechazó la propuesta estadounidense de modificar la metodología utilizada para medir los efectos comerciales de las medidas antidumping adoptadas por EE.UU contra los mismos productos chinos durante el mismo periodo estudiado que en el actual.