La policía de Francia prohibió la entrada de la “marcha de la libertad” en la ciudad de París y advirtió con fuertes sanciones a participantes y manifestantes.
Esta marcha se ha debido a las restricciones sanitarias que fueron impuestas contra la Covid-19; los manifestantes buscan entrar a la capital de Francia de igual manera que lo hicieron los ciudadanos en Canadá, bloqueando la entrada a Ottawa.
En Francia sucede la misma situación que en Canadá, transportistas y conductores que se han declarado antivacunas protestan en las calles de París y Bruselas, solicitando al gobierno de Francia y Bélgica no obligar a los ciudadanos a adquirir la dosis de la vacuna contra la Covid-19, y piden también que levanten las restricciones que han sido impuestas desde hace dos años cuando inició la pandemia.
Autoridades de seguridad por medio de un comunicado han notificado a los manifestantes que una protesta ilegal se castiga hasta con seis meses de cárcel y con una multa de 7.500 euros. La policía ha confirmado que de continuar estas acciones responderán con firmeza a cualquier acto que provoque desorden y anunciaron que establecerán un dispositivo para evitar los bloqueos en las calles principales.
Estas protestas están incitando a más ciudadanos de distintos países a actuar de la misma forma, tal es el caso de Nueva Zelanda.
Por otro lado, Francia está a dos meses de las elecciones presidenciales, por lo que uno de los mayores temores del gobierno es que la manifestación se agrave y se dirija a la cuestión del poder adquisitivo, lo que podría conllevar a alentar al movimiento de los Chalecos Amarillos.