La inflación anual de Estados Unidos aumentó un 7,9%, su alza más pronunciada desde 1982 y probablemente continúe en los próximos meses esta elevación económica.
Esta cifra revelada por el Departamento del Trabajo, incluye los 12 meses hasta febrero, sin embargo no incluye los efectos más recientes debido al conflicto entre Rusia y Ucrania, como el aumento del petróleo, el gas, entre otras materias primas.
Luego de las sanciones impuestas a Rusia por parte de los Estados Unidos, los precios han presentado un alza, en la gasolina hasta del 0.62 centavos de dólar y se pronostica que siga aumentando su precio.
Ante esto, el economista jefe de NAroff Economics LLC, Joel Naroff, mencionó: “pensábamos que la inflación bajaría, sobre todo por el desenredo de las cadenas de suministro, pero ahora no sabemos si lo que está ocurriendo en Ucrania volverá a enredarlo todo”.
De incluir las afectaciones que ha dejado la crisis en Ucrania, la inflación aumentaría aún más. La inflación se debe desde los inicios de la pandemia, el desempleo, la variante Ómicron y hasta hoy, la crisis en Ucrania. Todos los productos y servicios han tenido un alza, afectando directamente el bolsillo de los norteamericanos. Así como el estancamiento de producción de varios productos, también la importación y exportación se ha visto afectada, tanto por las decisiones tomadas por el presidente norteamericano Joe Biden como por las naciones aliadas a EE.UU.