La Organización de las Naciones Unidas (ONU) a través de su Comité de Derechos de Derechos Humanos concluye que el proceso contra Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente de Brasil no fue imparcial, luego de que este fuera condenado en 2017 por actos de corrupción.
Según Arif Bulkán, miembro del comité , “los Estados tienen el deber de investigar y enjuiciar los actos de corrupción y mantener informado al público, especialmente en relación con un exjefe de Estado”.
Además sugirió que estas acciones deben ejecutarse de manera justa, respetando las garantías del debido proceso legal.
El exjuez Sergio Moro condenó a Lula a 12 años y un mes de prisión, en el marco de la operación ‘Lava Jato’, este permaneció un año y siete meses en un centro penitenciario, hasta en noviembre de 2019 cuando el Supremo declaró inconstitucional su encarcelamiento y fue puesto en libertad.
La comisión de la ONU considera que tanto Moro, como los fiscales violaron el derecho del expresidente a la presunción de inocencia y que las “violaciones procesales” de la operación impidieron al líder del Partido de los Trabajadores acudir a las elecciones de 2018.
Por otra parte, en el proceso judicial, Moro autorizó al fiscal la intervención del teléfono personal de Lula y los de su familia, ante ellos el comité consideró que estas grabaciones violan el derecho de privacidad.
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Lula negó en todo momento las acusaciones que se le hacían y aseguró ser víctima de una conspiración para impedir su presencia en las elecciones de 2018 en las que su candidatura destacaba por ser la favorita en las encuestas, pero finalmente fue Jair Bolsonaro quien ganara la silla presidencial.
El año pasado el ministro del Supremo Tribunal Federal, Edson Fachin, anuló las condenas contra Lula da Silva, por lo que el exmandatario recuperó sus derechos políticos y tuvo luz verde para participar en las elecciones del próximo 2 de octubre.
Lula da Silva se presentará Bolsonaro en estas próximas elecciones. La última encuesta de las consultoras Genial y Quaest lo sitúa como favorito con un 46 % de las preferencias, 15 puntos porcentuales por encima del presidente Bolsonaro, que obtuvo el 31%.
