Abu Dhabi anunció este día la muerte de su emir y presidente de los Emiratos Árabes Unidos, Jalifa Bin Zayed al Nahyan, a los 73 años, presuntamente se cree que su muerte obedece a secuelas de un derrame cerebral que el jeque sufrió en 2014.
Ante la muerte de Bin Zayed, será el primer ministro de EAU y emir de Dubái, Mohamed Bin Rashid, quien ejercerá la presidencia de forma provisional hasta que el Consejo Federal elija un nuevo presidente, para ello, cuentan con un plazo de 30 días.
Queda descartado el hecho de que sea electo Mojamed Bin Zayed, medio hermano del fallecido y heredero de Abu Dabi. Desde hace un tiempo que Zayed ejerce como representante del país, es quien recibe a funcionarios extranjeros.
Las biografías oficiales describen a Jalifa Bin Zayed como un generoso filántropo; sin embargo, al tratarse de un país en el que las familias gobernantes cuidan con mucho celo sus vidas públicas, poco se conoce de la vida de este jeque.
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Pero Richard Olson, el entonces embajador de Estados Unidos en Emiratos, lo describió como “un personaje distante y sin carisma”.
Jalifa controlaba reservas de petróleo estimadas en 97.800 millones de barriles, el emirato cuenta con el segundo mayor fondo soberano con activos por valor de 675.000 millones de euros.
Una curiosidad relativa a Jalifa es que el edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa, de 163 pisos y 828 metros, fue nombrado en su honor.
