Empresas energéticas europeas han tenido la necesidad de recurrir a las reservas de gas que usualmente son utilizadas durante la temporada de invierno, esto obedece a la reducción en el suministro del hidrocarburo desde Rusia.
La disminución en el flujo desde el gasoducto Nord Stream, que desde Alemania surte con gas natural a otros países del continente, ha desencadenado una caída en los niveles de almacenamiento de los operadores, similar a la que experimentaron en abril cuando, por lo general, inician la recarga de sus instalaciones, así lo asegura Gas Infrastructure Europe.
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La compañía rusa, Gazprom, asegura que se ha visto obligada a apagar el motor de una segunda turbina de gas de la empresa Siemens porque la alemana aún no le ha devuelto el equipo técnico utilizado para bombear el gas.
Los recortes coinciden con la interrupción, debido a un incendio, en el funcionamiento de una planta de Freeport LNG en EE.UU., uno de los mayores operadores de gas natural licuado del país y que representa otra fuente crucial de suministros europeos.
De darse un cierre total del suministro desde el Nord Stream, el continente no alcanzaría los niveles de reserva que la Unión Europea aconseja para el inicio de la temporada invernal en noviembre.
