En Nicaragua, la iglesia católica está enfrentando una fuerte represión y censura por parte de la dictadura de Daniel Ortega, quien ha cerrado ocho emisoras católicas de forma violenta, agrediendo a hombres y mujeres.
Además, seis sacerdotes y seis laicos, han sido encerrados en la curia episcopal y los acusan de organizar grupos violentos en contra del gobierno nicaragüense.
Por otra parte, canales de televisión tambien han sido censurados, y cerrados por órdenes del régimen de Ortega.
A ello se suman los presos políticos, periodistas asesinados y encarcelados, represión y censura a todos los medios que no están alineados al gobierno de Ortega y la nacionalización de personas que se han asilado en Nicaragua huyendo de la justicia de sus países.