Industria de calzado en España enfrenta preocupante déficit de mano de obra por bajos salarios y precariedad laboral

Personas de edad media y sin estudios superiores se han convertido en los principales afectados en los últimos años y han sido marginados del mercado laboral. Desde el 2018 la escala de trabajadores de entre 30 y 44 años ha perdido 523.100 empleados, de los cuales más de la mitad tenían bajos niveles de formación, así lo confirma la Encuesta de Población Activa (EPA).

Se trata de una cifra que se contrapone a la falta de mano de obra en sectores como el del calzado, uno de los más afectados por la pandemia y la imposición de ciertas restricciones, así como por la carencia de contratos y los bajos salarios que brindan las empresas nacionales.

De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en los últimos tres años el empleo únicamente ha descendido entre aquellos trabajadores que solo tienen completado el primer ciclo de educación secundaria o que solo cuentan con los estudios de primaria. De hecho, en el colectivo de los que tienen estudios superiores, formación profesional o segunda etapa de educación secundaria el empleo en este mismo periodo se ha incrementado en casi 1,3 millones de personas.

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En España se produce una contradicción: por un lado existe una elevada tasa de desempleo juvenil y por otro, una escasez de cualificaciones y competencias de interés para el mercado laboral. El gobierno sigue sin dar algunas soluciones para formar a los desempleados en las competencias que está requiriendo el mercado laboral, lo que provoca una brecha entre formación y empleo.

Los empleadores aseguran a los trabajadores de forma ilegal, ya que es menos cuantioso, hablando monetariamente, sin embargo, algunos empresarios reconocen que la situación laboral para muchas de las personas es difícil aun así para la empresa también. La mayor parte del tiempo el mercado exige producir más a menos precio para reducir gastos en todos los sentidos.

“El calzado sigue siendo muy manual y siempre hay alguien que lo hace más barato y para ser más competitivo siempre era a base del trabajador, por desgracia, pero creo que ha cambiado”, asegura Israel Amat, gerente de la empresa Brenda Zaro. Este es uno de los tantos casos que suceden en España.

Otro de los factores que influye en esta amarga situación es la precariedad prolongada en los primeros años de vida laboral ya que a medida pasa el tiempo, los jóvenes tendrán además consecuencias muy dañinas en los años venideros: desempleo más alto, mayores tasas de temporalidad y sueldos más bajos en la vida adulta.

Por lo que las autoridades nacionales plantean ciertas recomendaciones, como el uso de los fondos Next Generation de la Unión Europea para aumentar el peso en la economía de sectores de mayor valor añadido y aprovechar las oportunidades que ofrecen la transición energética y la digitalización para la creación de más oportunidades laborales personas más jóvenes. También confirma que la negociación que está llevando a cabo entre sindicatos, patronos y gobierno en estos momentos y que debe incluir una reforma laboral que conlleve un nuevo marco de modalidades para brindar una oportunidad de oro y poder reducir y/o minimizar la precariedad en España.

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