El martes pasado, el precio en crudo se cotizaba en su nivel más alto en siete años, más de 88 dólares. Analistas esperan que su valor supere los 90 dólares por barril o incluso los 100 dólares, lo que parecía imposible hace algunos meses.
Existen varios factores que han provocado este aumento de los precios del petróleo, una de ellas se le atribuye las interrupciones de la producción en Libia, Angola, Niágara y Ecuador. Estos son algunos países productores, que están teniendo situaciones internas inestables, lo que provoca una posible caída de abastecimiento. En otras regiones, como Canadá, el clima ha afectado bastante para la producción del mismo.
Por otro lado, cientos de países se encuentran luchando entre el equilibrio de la oferta y la demanda, que está teniendo un impacto bastante importante en las fluctuaciones de los precios a los largo de la recuperación económica post-Covid.
La demanda del petróleo está aumentando porque la actividad económica industrial se está recuperando. El confinamiento de los primeros meses de la pandemia generó una parálisis económica y una drástica reducción del consumo de petróleo. La variante Ómicron también ha sido uno de los factores, debido a la poca cantidad de trabajadores que se presentaron hasta la fecha. El mundo se ha visto envuelto ante esta variante muy contagiosa y ahora con la presente flurona que ya ha llegado a varios países.
Otra de las causas que ha provocado el alto precio del crudo son las tensiones geopolíticas, que constituyen una de las principales razones de la subida de los precios en crudo. Las causas de la subida de precio son múltiples en un contexto volátil e incierto a nivel mundial.
El aumento de la tensión en Ucrania también está ejerciendo una presión alcista sobre los precios. Las tensiones entre Ucrania y Rusia están en su punto más alto, sin embargo una de las estrategias de Rusia es proteger a la población de posibles ataques terroristas que puedan ocurrir en la zona euroasiática.
Moscú, a pesar de tener una masiva cantidad de tropas en la frontera con Ucrania, niega que esté planeando una invasión militar, al contrario busca la seguridad de los ciudadanos.
