Daniel Ortega y Juan Orlando Hernández pactaron en suelo nicaragüense. Según el acuerdo firmado por los máximos representantes de los países centroamericanos, Nicaragua y Honduras han definido mediante un entendimiento sus fronteras en el Mar Caribe y en el Océano Pacífico, específicamente en el Golfo de Fonseca.
Este tratado es considerado ilegal, porque se ha ignorando la sentencia de la Corte Internacional de Justicia Centroamericana, dictada el 9 de marzo de 1917, en ella se enumeran las porciones insulares y límites del Golfo de Fonseca que pertenecen a El Salvador.
Al firmar este tratado Nicaragua está dispuesta a reconocer que su frontera marítima en el Golfo de Fonseca es con la República de Honduras, tergiversando de esta forma el fallo dictado en el año 1992 por la Corte Internacional de Justicia de la Haya, en ella se dicta que se obliga a consensuar ya que el Golfo de Fonseca es territorio tripartito.
La inusitada reunión ocurrió a pocas semanas que ambos países concurran a cuestionadas elecciones generales, en las que el mandatario sandinista retendrá el poder tras haber encarcelado a todos sus contendientes, y el hondureño termina su periodo salpicado por señalamientos por corrupción y supuestos nexos con el narcotráfico.
Nicaragua se ha convertido en un albergue de exfuncionarios corruptos, Daniel Ortega ha ofrecido ciudadanía nicaragüense a varios salvadoreños señalados de enriquecimiento ilícito, corrupción y otros delitos, entre ellos destacan los dos expresidentes de El Salvador, Carlos Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén, ambos representantes del FMLN, partido político hermano del FSLN, partido que acobija a Ortega.
“El Ortega de hoy no es reconocible para nadie que lo haya conocido antes”, asegura Henry Ruiz, uno de los antiguos guerrilleros de Ortega y ex miembro de su gabinete.
La firma del acuerdo se da a escasos 10 días de que en Nicaragua se realicen las elecciones presidenciales. Además, en la nación cinco estrellas se celebrarán los comicios generales el próximo 28 de noviembre, una clara estrategia para arrastrar votos para el partido que impulsa Juan Orlando Hernández.
Según información obtenida por este medio, Juan Orlando Hernández ha comenzado a establecer relaciones para salvaguardarse luego de la posible derrota del Partido Nacional de Honduras en las próximas elecciones presidenciales y de esta manera poder acceder de una forma inmediata a protección de represalias políticas y esquivar a la justicia, sin duda Nicaragua será un destino tentador.