El afgano, Ajmal Ahmadi, mencionó en una entrevista que: “tras el anuncio de que no van a condenar a nadie involucrado en el ataque de drones el pasado agosto, nos sentimos traicionados”, lo dice al borde de las lagrimas alguien que perdió a familiares debido a un ataque de drones por parte de los militares estadounidenses.
Ahmadi agregó que por ser un país muy poderoso nadie puede solicitarle que castiguen a los culpables y por lo mismo es que no cumplen las promesas. Por otro lado, defensores de los derechos humanos continúan con la solicitud de investigar el caso, en donde este ataque dejó al menos diez civiles muertos, entre ellos, siete menores de edad.
Ajmaj, también incluyó durante la entrevista, que Estados Unidos ha prometido que ayudará a su familia y a las otras restantes para poder salir de Afganistán debido a cómo continúa la situación de seguridad en dicho país, sin embargo aún no se ha llevado a cabo esta promesa y duda que se haga realidad.
Estados Unidos aparte de “ayudar” con la salida de otros familiares de la personas que han sido víctimas del ataque, también ha mencionado que pagará una cierta cantidad de dinero a familiares de las diez personas que fueron asesinadas en el lugar mientras las tropas americanas se retiraban de Afganistán.
El Pentágono reconoció días después que cabía la posibilidad que el ataque hubiese causado víctimas, pero aseguró que cualquier muerte indeseada pudo ser causada por distintas detonaciones y que ellos no estaban en disposición de discutir esta situación. Con esto solo demuestra que el gobierno de Joe Biden no tiene el mayor interés en ayudar y mucho menos de asumir la responsabilidad del acto cometido.
Familiares afganos se sienten indignados por las declaraciones de los militares, y cuentan ellos una historia totalmente diferente. Aseguran que fueron ataques de castigo, que causaron los peores daños colaterales de la sin fin lista que involucra a las fuerzas internacionales que han sido desplegadas en Afganistán.
