La inflación en España cerró en el 2021 con 6,5%, según el dato brindado por el Instituto Nacional de Estadística. Los primeros cambios se hicieron notar en el recibo de la energía eléctrica, luego en los precios de la gasolina y al día de hoy comienza a hacer estragos con los alimentos.
Se trata de su máximo nivel en los últimos 30 años, específicamente desde mayo de 1992, tras una elevada de diez meses seguidos que ni la bajada de impuestos exprés, un nuevo plan para reducir el precio de la electricidad que fue emprendida por el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha sido capaz de contrarrestar.
El alza en el transporte marítimo, la materia prima, el encarecimiento del gas, los contratiempos entre las cancillerías de Europa y EE.UU, son factores que están afectando directamente a la economía europea.
La inflación media fue del 3,08%, la mayor desde 2011, cuando el repunte del tabaco y la energía la dejaron en el 3,2%. Respecto a hace un año, en los alimentos se ha visto un incremento elevado, sobre todo en el aceite de oliva, las carnes y las frutas frescas.
María Jesús Fernández, una economista nacional advierte que la inflación se está generalizando en toda España, asegura que ya no solo son productos energéticos los que están teniendo un alza, sino que ya están pasando a una segunda fase donde otros productos están siendo involucrados debido al encarecimiento de materia prima y suministros.
La economista asegura que la inflación podría seguir aumentando, y todo dependerá de cómo se mantengan los precios de la energía y otros factores que están en juego. Tal como es el caso de Europa, otras naciones no están siendo la excepción para verse afectadas con la inflación. La variante Ómicron ha generado varios estragos desde finales del 2021, sin embargo cada nación está implementando diferentes soluciones para evitar el mayor impacto económico en este 2022.