Desde que se declaró la pandemia en marzo de 2020, el gobierno estadounidense impulsó grandes planes de estímulo para evitar el colapso de la economía, sin embargo dispararon la deuda. Hoy en día, la deuda pública superó por primera vez en la historia los 30 billones de dólares.
El gobierno brindó una “ayuda” a los estadounidenses, enviando cheques por valor de miles de dólares a cada contribuyente estadounidense, donde se aumentó sustancialmente los beneficios del desempleo y otorgó ayudas directamente a las empresas, estas acciones fueron realizadas en el tiempo crítico de la pandemia.
Del total de los 30 billones dólares, 23.5 billones corresponden a los acreedores, y 6.5 billones restantes son de la deuda contraída por el gobierno consigo mismo.
En ciertas ocasiones, Estados Unidos se asoma al impago de la deuda nacional, porque a diferencia de otros países el gobierno estadounidense solo puede emitir deuda hasta el límite establecido por el Congreso, que tiene el poder de elevar ese techo según crea conveniente.
Estados Unidos ha superado por primera vez esta cifra y es uno de los países con la deuda más elevada a nivel mundial y a diferencia de otros países del continente americano.