En virtud de la falta de recursos energéticos, las empresas en Alemania que producen metales, papel e incluso alimentos podrían verse obligadas a reducir su producción o a cerrar.
Este hecho trae consigo un conflicto de empleos en el sector manufacturero y como consecuencia, un daño en el panorama económico del país.
La empresa estatal rusa, Gazprom, anunció que se ve en la necesidad de disminuir el flujo de gas a través del gasoducto Nord Stream, una de las principales rutas de suministro del hidrocarburo ruso a Europa. De esa forma, los suministros diarios se redujeron de los 167 millones de metros cúbicos hasta los 67 millones de metros cúbicos.
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Ante esta situación, Alemania se encuentra en fase de alerta. “A partir de ahora, el gas es un bien escaso en Alemania”, comunicó el vicecanciller y ministro de economía del país, Robert Habeck.
Por otra parte, el jefe de la Agencia Federal de Redes de Alemania, Klaus Muellerla asegura que su país podría mantenerse sin gas ruso durante dos meses y medio de invierno si sus instalaciones de almacenamiento de gas natural estuvieran llenas al 100%.
