Alrededor de 25 países con una desarrollada industria automotriz, entre ellos, México, enviaron una nota al congreso americano en donde exponen su preocupación ante la política de créditos fiscales para incentivar la compra de autos eléctricos que pretende impulsar el presidente norteamericano Joe Biden.
La industria automotriz, una sección sensible en las pasadas negociaciones para la modernización del antiguo Tratado del Libre Comercio, de América del Norte, (TLCAN), vuelve nuevamente a ser punto de controversia, esta vez por la propuesta implementada por Biden.
La Cámara de Comercio de EE.UU ya ha aprobado la iniciativa, dentro del plan de marco de gasto social, y la próxima semana será debatida por el Senado. De ser aprobado el proyecto propuesto, a partir del año 2027 los estadounidenses recibirán incentivos de hasta $12.500 dólares para la adquisición de vehículos eléctricos fabricados en su país.
Por lo que autoridades mexicanas temen que este proyecto ponga en peligro a un millón de empleos ya que afectará el 25% de las exportaciones que realizan. Las autoridades amenazan con tomar represalias comerciales, debido a la imposición de aranceles a todos los productos que sean procedentes de Estados Unidos.
Otro de los temores por lo que está discutiendo México este tema, es que el proyecto incentivado pueda traducirse en desplazamiento de plantas que hoy por hoy operan en nueve de sus estados, ya que afectaría a los empleados y podría provocar presión para la migración.
Ante esto, Canadá mencionó la semana pasada que de cumplirse este proyecto emitido por los Estados Unidos podrían dañar la a la industria automotriz y violar ciertos acuerdos comerciales entre países.