La carencia de comida en distintos supermercados de Estados Unidos ha empeorado en las últimas semanas, luego que distintos factores continúen afectando a toda la nación estadounidense, entre ellos, la llegada de la variante Ómicron, el mal clima que se ha presentado en los últimos meses y la crisis económica por la que atraviesa la nación debido a la inflación.
La crisis alimentaria ha generado que importadores de verduras, carnes y artículos empaquetados como el cereal sean los que están más escasos en los supermercados. Según el director general de la Consumer Brands Association, menciona que todas las tiendas en EE.UU tienen entre el 5% y el 10% de falta de existencias, sin embargo al día de ahora presentan el 15%.
Los estadounidenses están consumiendo más alimentos en casa de lo que solían hacerlo, por tal razón ahora visitan más las tiendas de alimentos y al llegar se topan con el desabastecimiento que estas presentan. A esto, habrá que sumarle que los pedidos y envíos de cargamentos están atrasados, desde los productos que son importados hasta los empaques que son fabricados fuera del país.
Por otro lado, se suma un factor importante a esta lista que provoca una crisis alimentaria en el país y es que las ausencias de los trabajadores enfermos está pasando la balanza ya que también afecta directamente a las micro y medianas empresas y sobre todo a los ciudadanos que deseen adquirir productos de primera necesidad. Según la Asociación Nacional de Tiendas de Comestibles las tiendas tienen menos del 50% de su fuerza laboral.
El clima juega un papel fundamental para las empresas de transporte que distribuyen productos a cientos de tiendas que brindan alimentos, debido al mal tiempo han registrado retrasos con las entregas, hasta cancelaciones de pedidos por no poder acceder a ciertos estados del país norteamericano.
Por el momento, el gobierno central del presidente Joe Biden no ha brindado mayores declaraciones ante estas situaciones que están afectando cruelmente al país. Ciudadanos aseguran que no se han tomado las medidas acertadas para detener los contagios por la variante Ómicron ni se han tomado las mejores decisiones para la crisis económica por la que atraviesa la nación, por lo que cada persona debe velar por su bienestar y su seguridad alimentaria.