“Brasil urgente, Lula presidente”, era la consigna con la que fue recibido el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, al presentar su candidatura de cara a las elecciones presidenciales en São Paulo.
Faltan cinco meses para los comicios, Brasil ya está en clima de campaña.
Lula pidió la unión de todos los demócratas para vencer al autoritarismo, y lo ejemplifica con la alianza que ha forjado con Geraldo Alckmin, su antiguo rival ahora será su candidato a vicepresidente.
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Geraldo Alckmin fue el principal rostro de la derecha moderada en Brasil, y tanto Alckmin como Lula, se enfrentaron en las elecciones de 2006, pero ahora, ante la urgencia de derrotar a Bolsonaro, el ex gobernador de São Paulo decidió unirse a Lula
“Queremos un movimiento cada vez más amplio. Ese es el sentido de nuestra unión. No solo para la victoria, sino para la reconstrucción de Brasil, que será más difícil que ganar las elecciones”, asegura Lula.
Por su parte Alckmin advierte que las próximas elecciones serán un gran test para la democracia y que sin Lula no habrá alternancia de poder en el país esto ante la posibilidad de que Bolsonaro repita mandato.
Durante su discurso de presentación como candidato, Lula evitó citar por su nombre a Bolsonaro y pidió a sus simpatizantes no caer en provocaciones durante la campaña.
“El país necesita calma y tranquilidad para trabajar y vencer las dificultades actuales. Que nadie nunca más se atreva a desafiar la democracia y que el fascismo sea devuelto a la basura de la historia de donde nunca debería haber salido”, apuntó.
